Introducción

Este blog está realizado para todos aquellos para los que viajar es algo más que ir a un sitio a hacer fotos. Visitar lugares para coleccionarlos no es viajar, y aquí te lo demostraremos.

Como preparar la mochila para un viaje

Ya tienes el viaje organizado. En unas pocos días sales y ahora…¿Qué meto en la mochila para el viaje ? Esta es una pregunta que te repites en cada viaje que haces. La respuesta, en realidad, es sencilla: Haz la mochila como si se tratase de un viaje de una semana. La mayoría de las cosas de primera necesidad las puedes comprar por el camino si se te ha olvidado algo al salir de casa. Lo único realmente necesario es el pasaporte, algo de dinero y la tarjeta de crédito (y medicinas si tienes una condición médica). Un truco que surte efecto es, pon encima de la cama todo lo que tienes en mente llevar, bien, ahora la mitad de todo eso vuelve a colocarlo en su sitio. Y lo que tienes encima de la cama es lo que tienes que llevar. Si, la mitad de la muda también, que puedes lavar.
De todas maneras, os voy a dar una lista de cosas para llevar que son prácticas, o difíciles de encontrar durante el viaje: 
  •        Funda de vuelo para la mochila: Es un saco de tela grande en el que puedes meter la mochila entera. Originalmente estas fundas están hechas para que las tiras y cierres de la mochila no se enganchen en las cintas transportadoras de equipaje de los aeropuertos. Aparte, al viajar en bus, camioneta, barco, etc. son altas las posibilidades de que la mochila se manche de grasa, polvo, agua, y otros. Con las fundas, la mochila y sus contenidos quedan parcialmente protegidos y a largo plazo no se deterioran tanto.
  •       Saco-sábana y funda de almohada: Para cuando nos quedamos a dormir en algún sitio que ‘podría estar más limpio’. El saco-sábana lo puedes usar, tanto para meterte tú en el, como para proteger el saco de la suciedad. Pero ojo, si haces esto último acuérdate de no meterte dentro de él en otro momento.
  •      Fundas de lluvia para mochila grande y pequeña, o poncho: Ocasionalmente, sobre todo en países tropicales, se pone a llover justo cuando tenemos que llevar las mochilas. Dado que llevamos todo encima, incluyendo cámaras de fotos y otros objetos que no se pueden mojar, estas fundas nos ayudan a que la mochila esté más o menos seca mientras corremos al hostal.
  •      Tupperwares y Cubiertos: Al viajar por países más caros, es más económico prepararse la comida en los albergues y llevarla encima, en lugar de comer en restaurantes.
  •        Linterna/frontal: A veces llegamos a los hostales muy tarde, o salimos muy pronto. Una linterna nos ayuda a no despertar al resto de la habitación mientras hacemos la mochila. Ocasionalmente, también nos sirve para hacer senderismo, visitar cuevas y volver al hostal en pueblos remotos sin luz.
  •      Candados pequeños: Para guardar las mochilas en los ‘lockers’ de los hostales y/o cerrar las cremalleras de las mochilas en entornos en los que puedan haber carteristas. También existen unas mallas metálicas para candar las mochilas. Muy práctico para candarlas en los trenes si te quedas dormido, o en los hostales si te levantas el último. La mochila siempre estará donde la has dejado.
  •       Bolsa de tela para la ropa sucia: En la mochila no es fácil organizar las cosas. Una bolsa de tela, de esas que venden en los supermercados para que se usen menos bolsas de plástico, nos ayuda a separar la ropa usada de la que está limpia, y también se puede usar para llevarlo todo a la lavandería.
  •        Tapones para los oídos: Durante un viaje largo hay ocasiones en las que el entorno no es el más adecuado para dormir: autobuses nocturnos, hoteles baratos, hostales de mochileros que tienen bar y/o discoteca, estaciones… En esos momentos, unos tapones de los oídos parecerán caídos del cielo.
LA MOCHILA
Compañera fiel de aventuras y desventuras de los mochileros.

El tamaño SÍ IMPORTA.
La mayoría de los viajeros optan por llevar dos mochilas: una grande con la ropa y otra pequeña con las cosas de valor y del día a día. La mochila pequeña puede también ser una riñonera, una bandolera o lo que te parezca más cómodo, teniendo en cuenta que la vas a llevar encima todo el tiempo.
Para un viaje largo, la mochila de la ropa (la grande) ha de ser lo más pequeña posible. Todavía no he escuchado a nadie decir “me tendría que haber traído una mochila más grande”.
Los viajeros más curtidos y valientes llevan una mochila de entre 30 y 40 litros, con mudas para 4 días y sólo la ropa estrictamente necesaria (teniendo en cuenta el clima de los países que vayamos a visitar). Un tamaño entre 40 y 60 litros es lo que lleva la mayoría de la gente.
Tipos de mochila
Existen muchos tipos diferentes de mochilas: para gustos, colores. El tipo más común se carga por arriba, y tiene un compartimento en la parte baja y otro en la tapa. La ventaja de este modelo es que es más robusto, al no tener cremalleras que se puedan romper. Sin embargo, para acceder a los contenidos hay que sacar la mayoría de las cosas fuera, ya que el compartimento principal no es otra cosa que un saco.
Otros modelos tienen solamente un compartimento, con una cremallera alrededor, permitiendo acceder a la ropa de manera más fácil. Finalmente, hay algunos modelos híbridos que se cargan por arriba, pero que también tienen una cremallera.
Mochilas para ellas
Tanto si eres chica como si no, seguro que te interesa saber en qué se fijan los fabricantes para desarrollar productos específicos para ellas .
Los cinturones suelen estar más angulados y tienen cortes específicos para encajar en sus caderas, que suelen sobresalir más que las de los hombres. Además el cinturón suele ser más estrecho para reducir la distancia entre las costillas flotantes y la parte superior de la cadera .Las hombreras ofrecen un mayor contorno para no oprimir la zona pectoral. También es interesante que las correas puedan ser estrechas y más finas por la parte inferior, así como una cinta de compresión horizontal que se pueda ajustar en altura para adaptarlo bien al pecho. La estructura de la espalda se suele ajustar a un tipo de torso con hombros más estrechos y más cortos, aunque no todas las mujeres cumplan con esta morfología.
Lo más importante para un viaje largo es seleccionar una mochila cómoda, sencilla y robusta. Los modelos más avanzados, y caros, suelen ser más ligeros y ergonómicos.
Cargando la mochila. Como liarse un cigarro.
Al cargar la mochila para un viaje largo, insistimos, lo principal es cargar solamente lo justo. Si cargas algo “por si acaso”, mejor déjatelo. Algunos viajeros recomiendan las bolsas de compresión para reducir el espacio que ocupa la ropa, y mantenerla seca. Pero ojo, al aumentar el espacio puedes caer en la tentación de meter más cosas y la mochila pesará más.
Para llenarla, y que sea cómodo llevarla, prueba este método:
1. Cómo distribuir el peso de tu mochila. Si piensas realizar una travesía de varios días, es fundamental que distribuyas bien la carga en el interior.
Si la carga está equilibrada evitarás posibles dolores y lesiones de espalda, ¡y además no caminarás con una inercia hacia la derecha o la izquierda según lleves más peso en uno y otro lado!
Coloca en el fondo de la mochila lo que no vayas a utilizar durante la jornada, por ejemplo, el saco de dormir.
A lo largo y pegado a la espalda coloca el material pesado como la tienda, alimentos, hornillo… Alrededor puedes colocar ropa y elementos ligeros. El aislante puedes ubicarlo en la seta superior, y la tienda, si no te cabe en el interior, dejarla en la parte baja. Si usas bolsa de hidratación, colócala también en la espalda, en un bolsillo que suelen llevar a tal efecto las mochilas modernas
En la parte de arriba de la mochila deja a mano una chaqueta cortavientosy/o impermeable.
En los bolsillos de la seta superior debes guardar todo el material útil que puedas utilizar a lo largo del día”: crema labial, solar, gafas, brújula, mapa, etc.
Algunas mochilas tienen bolsillos externos laterales donde puedes guardarla cantimplora, o también objetos que puedas utilizar más asiduamente. 
2. Reduciendo el espacio: Una alternativa a las bolsas de compresión es enrollar la ropa en paquetitos, también conocido como el “liarse un cigarrillo”. Un pantalón largo con uno corto en un rollo, tres o cuatro camisetas en otro rollo, etc. Conviene hacer rollos del ancho de la mochila, para luego apilarlos estilo cigarrillo.
3. Terminando la faena: Al final siempre hay cosas que no caben exactamente en el puzzle. Para eso, ponemos la bolsa de la ropa sucia, que es más o menos moldeable.
 COMO AJUSTARSE LA MOCHILA
  1.  Afloja todas las correas de la mochila (cinturón, tirantes…).
  2.  Ponte la mochila.
  3.  Aprieta el cinturón sobre las caderas (huesos ilíacos de la pelvis) si es de 45 litros o más.
  4.  Aprieta los tirantes de las correas que tienes a la altura del pecho, hasta que el peso se distribuya bien entre hombros y cadera.
  5.  Finalmente, aprieta los rappels de carga o tirantes superiores de los hombros (si tu modelo los incorpora) a fin acercar el cuerpo de la mochila a tus hombros. Éstos deben describir un ángulo de unos 45º y dejar cierto espacio para mover la cabeza hacia atrás (en vías muy verticales es habitual mirar hacia arriba con el casco puesto).
  6.  Abróchate el ajuste pectoral para colocar bien las hombreras.
  7.  Aprieta los tirantes o rappels del cinturón (si tu mochila los incorpora).




    Versión del vídeo anterior pero en maleta.